EXPERIENCIAS: PERDÓN
El año pasado me fue muy mal en calificaciones y no le estaba echando ganas al colegio. De lo mal que me fue, mi mamá decidió sacarme de la Pereyra.
Me dijo que no me merecía que ella estuviera pagando esa colegiatura si yo no estaba dando de mi parte, y aunque yo no lo aceptara y me hiciera la que no me importaba sé que tenía razón.
No era que no pudiera sacarme buenas calificaciones, no quería, me daba flojera. Entonces después de mil avisos de mi mamá yo seguí sin echarle ganas hasta el punto que mi mamá no me inscribió para el próximo año en la Pereyra.
Me asusté mucho porque si me cambiaba de colegio, ya no iba a ver a mis amigas y a mí me encantaba la Pereyra, entonces le dije a mi mamá que si le demostraba que en el verano podía cumplir el compromiso de ponerme a trabajar en algún lugar, me volvería a inscribir en el colegio.
Aunque mi mamá estaba muy decepcionada y sentida, terminó aceptando el trato porque quería ver que de verdad estaba arrepentida.
Logré mi objetivo y ahorita estoy cursando mi primer año de preparatoria en la Pereyra, me arrepentí mucho y me sentí mal conmigo misma porque no valoré todo lo que mi mamá hacía por mí, no le agradecía suficiente y me valía y me iba mal en el colegio.
Le pedí perdón y arreglé mi error. El primer paso para pedir perdón, es aceptar el error que cometiste y después tratar de arreglar o de mejorar la situación como yo lo hice y al final todo terminó bien y como debería.
Nos equivocamos, siempre nos vamos a equivocar pero lo importante y el chiste de la vida es equivocarse para aprender del error y lograr que no vuelvan a suceder.
Quitar el orgullo y aprender a aceptar que también nosotros podemos hacer daño aunque no sea nuestra intención.
Aunque decir perdón no cambie la situación, al menos la mejora y ya con el simple hecho de estar arrepentido y de verdad querer cambiar tu error, ya estás haciendo lo correcto.
-Sofi Garza.
